Libro - América - Zamboni Agustina

Cantidad de Páginas: 75

Presentación

(O una breve explicación de por qué hago lo que hago)

“América” surgió gracias a una serie de sueños que suelo tener las noches que

quedo despierta hasta muy tarde leyendo. No diría que es un ente aparte, sino

más bien un reflejo de los sectores ocultos del subconsciente, tan oscuros e

intrincados que ni aun con los rayos del sol podríamos percatar su existencia. Mas

debe saber que están (siempre) y, en almas que practican el arduo oficio de la

sublimación, afloran injustamente en los mínimos gestos, un par de oraciones,

símbolos o en las noches de encierro en los antros de la ciudad.

No debo explicar técnicamente lo que trate de decir en las páginas a

continuación: no se lo merecen. Son una suerte de pensamientos y sentimientos

que fueron apareciendo en los cuadernos que utilizo desde mis doce años (época

en la que comencé a reflexionar sobre el valor del arte). Me llevo apenas dos

meses reunir el material, corregirlo y realizar una selección final. Sin embargo,

estos escritos son el resultado del ejercicio constante de mi escritura desde esa

edad (serán ya unos seis años atrás).

Cuando diagrame su estructura final, estaba segura que debía dividirlo en dos

partes o secciones, ya que expongo textos de naturaleza distinta entre ellos

(aunque no por eso deben ser leídos de forma aislada, ya que al final, nadie hace

las cosas sin razón o conciencia, menos en las cuestiones de sublimación).

“América” se compone de pensamientos aleatorios acerca de la realidad que

transcurro, mis experiencias vividas y los sentimientos que se atraviesan en

momentos inesperados. Es un acto personal. Incluso, cada texto se ha escrito en

lugares fuera de mi zona austera de trabajo: un café atiborrado por la tarde, en la

butaca de un colectivo a larga distancia, el baño de la institución, en la habitación

de la anfitriona de esa fiesta…

“Diario”, la segunda parte, corresponde un conjunto de opiniones y ficciones que,

por supuesto, no guardan relación alguna con la materialidad que vivimos. Espero

que deje de tratar entender y, en cambio, se deje llevar por las imágenes que le

presento. El arte de sentir.

Decidí, por último, acompañar la obra (¿podría llamarla así?) con unos cuantos

dibujos que reflejan -aunque sea una ínfima porción- la esencia de América. Hay

materias que escapan de mis límites. Ojala usted opte por llenar sus espacios

blancos con colores.

He aquí mis razones, tal vez no las más profundas, de por qué América merece

vivir.

Agustina F. Zamboni

21 de Julio del 2017

Santiago del Estero, Argentina.